lunes, 12 de enero de 2009

ANIVERSARIO, NUEVA TEMPORADA, ALGUNOS CAMBIOS Y SOBRE UN COMENTARIO


Ha transcurrido exactamente un año desde que inicié este Blog. Y hasta ahora no he publicado nada que no haya sido una reseña. Pensé que podía mantenerlo semanalmente, pero en 365 días sólo he podido publicar 13 reseñas (más 2 que “colgué” en “La torre de las paradojas”). Qué terrible. Sin embargo, varias de ellas han ido (con permiso o sin él) a hospedarse (ventajas, claro está, de la autopista de la información, donde no existe un lugar “físico” de residencia) en otros Blogs tales como: 500 ejemplares, Editorial Zignos, Sol Negro (1 y 2), Revista literaria Azularte, Cascahuesos Editores (1 y 2), el Blog de Walter Bedregal, Aquí no falta nadie, La letra nostra y Revólver (a cuyos responsables de alguna manera agradezco) y, además, en un par de revistas impresas.

Y justamente, buscando en Google, encontré la reseña que le hice al libro Las hijas del terror de Rocío Silva Santisteban hospedada en el Blog La letra nostra en donde además Rocío ha comentado —valga la redundancia y a manera de descargo— esta reseña. Supongo que ambos —y sin “mala leche”— hemos quedado ingenuos, (a pesar que dice que yo lo hice prejuiciadamente (o prejuiciosamente). Por ello, y demostrando que no hay “mala leche”, hago un Ctrl+C para que aquellos que siempre me visitan también lo lean:

«Rocío dijo...

No entiendo por qué, hasta ahora, los comentarios sobre este libro van por el lado: ¿qué puede decir ella, de clase-media, sobre lo que sufrieron las mujeres durante la etapa del conflicto armado interno?, y me llama la atención porque, precisamente, puse el parche antes de que salte el volcán, y creo que quizás sea ese precisamente el error del libro: haber escrito ese frontis confesional del que se agarran los críticos para comentar sobre lo mismo... Tú repites lo que escribió Agreda, eso sí, con más citas de versos debo reconocer. Pero, claro, tus citas fuera de contexto, y con el contexto que tú les justificas siempre en función de eso que el libro no tiene, pero que te empeñas en buscar, parecen descolocadas. Comienzas el texto con una frase lapidaria que es la entrada para los lectores: “sin mayores méritos”. Luego me tildas de “ingenua”, “pretensiosa”, “demagoga”, “populista”, y más adelante citas el poema BAvioLADA que es sobre una violación múltiple en un contexto de violencia extrema para decir que es una acercamiento estético a la telenovela mexicana donde la mujer se victimiza. Buenoooo... cada crítico tiene sus lecturas, la única diferencia es que ahora, felizmente, la propia autora puede poner su comentario on-line, algo alucinantemente inusual. La verdad que tu lectura me parece muy prejuiciada por la lectura de Agreda, pero en fin... quizás sólo estoy “tocada”. Por otro lado, y como me das ese cínico consejo sobre trabajadoras del hogar (¿con tu ingenua doble intención hacia la mujer-de-clase-media-que-debe-tener-empleada-doméstica?) te diré que hace más de dos años he escrito mucho al respecto, y lo puedes leer en crónicas que he publicado como parte de un proyecto de AVINA. Y las mismas trabajadoras del hogar tienen algunos poemas al respecto que, de hecho y siguiendo tu lógica, te deben parecer “auténticos”. De todas maneras gracias por el comentario, el libro no ha circulado mayormente gracias a la inoperatividad del sistema de distribución de libros de PETROPERU, y por eso, cualquier comentario al respecto, aún con mala leche, se agradece. Y sin resentimientos.

Rocío SS (30 de diciembre de 2008 6:22)».

Creo que más allá de “malas leches”, “prejuicios” e “ingenuidades” todo esto es un constante aprendizaje, sobre todo para mí que intento construir un imaginario de todo esto que conocemos como “Literatura peruana”, o simplemente “Literatura”, y de una manera más dura, si se quiere, y desde la otra orilla; ya que ésta, a partir de la desaparición de Antonio Cornejo Polar, se ha vuelto muy escasa en nuestro medio. Por ello, a partir de ahora, además de las reseñas, este espacio también me servirá para publicar ideas, reflexiones, inquietudes, dudas, etc., etc.

Y siempre “on-line” y a vuelo de pájaro.

Y después de apagar mi primera velita, quiero agradecerles a todos Uds. que siempre me visitan (aproximadamente 11200 veces hasta ahora). Y, también, agradecer al Blog por los amigos que a través de él he conocido en el transcurso de este año: Paul Guillén, Francisco Ángeles, Denisse Vega Farfán, Walter Bedregal y Carolina Lozada.

Gracias y… ¡Seguimos!
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